jueves, 8 de mayo de 2008

¿Qué características debe reunir un juguete educativo?

El juguete educativo es el que despierta la curiosidad, el interés por saber, el ánimo para superarse, el gusto por compartir o, simplemente, la risa. Aunque a menudo se utilicen los términos educar y enseñar como sinónimos, cabe precisar que educar va más allá de la transmisión de conocimientos académicos (letras, números, meses del año...).

Los criterios psicopedagógicos son aquéllos que nos permiten valorar la calidad del juguete según su valor educativo.
Hoy en día no existe ninguna normativa que regule la calidad psicopedagógica de los materiales o juguetes que ponemos a disposición de los niños, pero, desde la perspectiva de juguete seguro, existen algunas claves que pueden ayudarnos a valorar este parámetro:

* JUGUETE QUE EDUCA:
reconocer la capacidad del juguete para estimular el desarrollo del niño/a, proponiendo actividades que favorezcan la adquisición o el dominio de competencias físicas (correr, saltar, mantener el equilibrio…), intelectuales (atender, retener en la memoria, buscar soluciones…), afectivas (reír, compartir…) o comunicativas (expresar, representar, escribir…).

* JUGUETE ADECUADO A LA EDAD: otro aspecto fundamental que debe cumplir un juguete desde el punto de vista psicopedagógico es la adecuación a la edad del niño a quien se dirige, para proponerle un juego que se ajuste a sus capacidades de acción y a sus intereses. Los juguetes y juegos deben proponer actividades adecuadas para la edad del niño, ni demasiado sencillas, ya que no le plantearían ningún reto y por tanto le aburrirían, ni excesivamente complicadas, ya que no lograría entender su mecanismo.

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